La primera edición de los YouTube Music Awards, dirigidos por el realizador Spike Jonze, decepcionaron a quienes tenían expectativas altas.
Jonze había prometido un espectáculo en el que sea crearían “videos musicales en vivo”, y, después de los premios MTV (que tampoco emocionaron), las posibilidades de sorprender parecían infinitas.
Pero ni siquiera el poder de Google, dueño de la plataforma, pudo salvar un show que en su momento más alto –la aparición de Lady Gaga– no alcanzó más de 250 mil espectadores simultáneos.
Ana Paulina Valencia