Volkswagen informó ayer que su director de Control de Calidad está dejando la compañía. Frank Tuch será reemplazado mientras la empresa sigue manejando un reciente escándalo sobre vehículos con motores diésel equipados con un software capaz de hacer trampa en las pruebas de emisiones de contaminantes.

Tuch, de 48 años, será relevado por Hans-Joachim Rothenpieler, de 58 años, hasta ahora director de desarrollo técnico de la rama de vehículos comerciales de la empresa.

Cuatro meses después de que el escándalo de emisiones contaminantes de Volkswagen (VW) saliera a la luz, la segunda mayor empresa automotriz del mundo ahora tendrá que lidiar con una demanda que se prevé le costará decenas de miles de millones de dólares.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó el lunes una demanda contra VW por haber modificado sus vehículos para engañar evaluaciones de sus emisiones contaminantes, lo cual resultaba en generación de óxido de nitrógeno y de dióxido de carbono muy por encima de los niveles reportados en las pruebas.

El escándalo del “Diésel-Gate” tuvo repercusiones a nivel mundial para Volkswagen, empresa alemana investigada en Estados Unidos por falsear las emisiones contaminantes de sus motores.

En Puebla, donde opera la planta de la segunda armadora más grande del mundo, la crisis de Volkswagen significa un vendaval que pone en riesgo miles de empleos y la economía de sus habitantes.