El máximo representante de la Iglesia católica en Escocia dimite. La renuncia de Keith O’Brien va envuelta en un torbellino de acusaciones por acoso sexual.
Desde el 18 de febrero, Benedicto XVI aceptó su renuncia pero hasta ayer no se hizo público que el Papa la había aceptado.
“El Santo Padre ha decidido que mi dimisión tenga efecto hoy, 25 de febrero de 2013, y que nombrará a un administrador apostólico que gobierne la archidiócesis en mi lugar hasta que sea nombrado mi sucesor como arzobispo”, indicó O’Brien en un comunicado suscrito por la iglesia escocesa.
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