Uno de cada seis habitantes de Uruguay tiene un arma de fuego en su casa, pero con los uruguayos parece no aplicar la frase “armados y peligrosos”.

En un país con alrededor de 3 millones 300 mil residentes, hay cerca de 580 mil armas registradas de forma oficial, pero organismos civiles reportan que en total hay casi un millón de pistolas en manos de civiles, reveló el diario español El País.

Una vez más el presidente de Uruguay José Mujica acapara la atención del mundo.

El mandatario suma ya el apoyo de tres grupos que lo postulan para el Premio Nobel de la Paz: primero fue el Drugs Peace Institute de Holanda, luego la Universidad Bremer de Alemania y el más reciente es su partido el Frente Amplio de Uruguay.

Las organizaciones destacan la austeridad de Mujica, el hecho de que done 80 por ciento de su salario y el haber promovido la legalización de la marihuana. 

Es un pequeño país de poco más de 3.3 millones de habitantes y apenas 176 mil kilómetros cuadrados de superficie, pero las decisiones políticas que ha tomado Uruguay lo colocan hoy como un ejemplo a nivel mundial.

Dentro de las listas de lo mejor del 2013 que hizo la revista británica The Economist, Uruguay aparece como “el país del año”, categoría que se hace por primera vez.

De ser el “presidente más pobre del mundo”, pasará a ser padre adoptivo de por lo menos 40 niños y jóvenes, a quienes les enseñará a trabajar la tierra. 

Es la última novedad del siempre controvertido mandatario uruguayo Pepe Mujica.

Días después de aprobar la ley que regula y legaliza la mariguana, “el jefe de Estado dijo a un periodista del diario El Observador que piensa concretar su deseo después de que se saque ‘el sayo’ que le pesa, en alusión al mandato presidencial”, informó ayer El Nuevo Herald. 

Al presidente José Mujica y a su administración se les vino “el mundo encima” por ser el primer país en tener un mercado legal de mariguana desde la siembra hasta su venta al consumidor.

“Se ha dicho que no vamos a poder controlarlo porque ni siquiera podemos controlar a la hinchada de (el club de futbol) Peñarol, pero vamos a intentarlo porque queremos librar a las futuras generaciones de esta plaga (la drogadicción)”, dijo Mujica.