Dobles sueldos, viajes internacionales y choferes de lujo pagados del erario universitario, como lo ha documentado Reporte Indigo, han convertido a la Universidad de Guadalajara (UdeG) en la generadora de una élite que se concentra en la burocracia.
A estos dispendios se suman erogaciones que, bajo el pretexto de seguridad, han servido para mejorar las instalaciones de la alta burocracia universitaria, como lo son los millones que cada año se etiquetan para remodelar el edificio que alberga a la Rectoría General.