THOMASWHITE
La venganza de Mr. White
Desde hace más de ocho meses Mauricio Rodríguez Borrego respira el mismo olor que el pasado miércoles 30 de octubre percibí al caminar por el pasillo que lleva a los locutorios del Centro Integral de Justicia Regional (Ceinjure) de Puerto Vallarta.
Es como recuerdo que huele el cansancio: a sudor rancio de muchos presos, de varios días, guardado en las esquinas.
Este mismo olor se impregna con el paso de tantos cuerpos en los muros que tienen encerrado a Mauricio desde que su defensa a las víctimas del pederasta Thomas White, le costó su libertad.
Ángel Plascencia