El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha venido criticando severamente a los mandatarios occidentales de no haberle dado el apoyo necesario después del intento golpista contra su gobierno, el pasado 15 de julio.
El mandatario turco no ha podido digerir la crítica internacional alrededor de la represión que ejerce actualmente en su país tras del fallido golpe de Estado, que llevó a más de 2 mil 800 detenciones y a casi 90 millones de euros en impactos económicos, según el Ministerio de Comercio de Turquía.