Gozar de los beneficios que ofrece un producto, como obtener un cupón de descuento o incluso ser fiel seguidor de la página de una compañía en Facebook podría ser un arma de doble filo para el consumidor.
Por ello, algunas marcas están optando por establecer términos legales que dan a conocer al consumidor, discretamente, que la empresa se pueda “lavar las manos” en caso de ser demandada.
General Mills –la fabricante de los cereales “Cheerios”– parece ser pionero en lo que se conoce como “arbitraje forzoso” impuesto en el consumidor.
Eugenia Rodríguez