Los drones están fuera de control y son una amenaza a la seguridad.

Al menos eso es lo que opinan las autoridades de Estados Unidos (EU) ante el incremento de incidentes en los que estos aparatos están involucrados y la falta de regulación que existe al respecto. 

The Washington Post publicó ayer que los funcionarios reportan que, en días recientes, drones traficaron drogas a una cárcel de Ohio, entorpecieron el combate a un incendio forestal en California y casi chocan con tres aviones en Nueva York.

Google ya no será, por sí misma, el gigante del Internet. 

La empresa anunció ayer, a través de su blog, que se transformará en un grupo empresarial llamado Alphabet, que a su vez agrupará a las diversas compañías y divisiones que actualmente conforman Google. 

Entre sus subsidiarias más importantes se encuentran YouTube, Blogger, Google Fiber, Google Ventures, Waze,  Calico y DeepMind Technologies. 

Alphabet incluirá también a los laboratorios X, donde la compañía desarrolla vehículos autónomos, globos aerostáticos con Internet y más.

A pesar de que la preocupación por los asuntos relacionados con la sexualidad de los menores de edad y la pornografía también ha estado presente en el Congreso de la Unión, ninguna medida ha sido aprobada en el tema del grooming.

Durante la actual Legislatura, se han presentado 15 iniciativas relacionadas con estos temas en la dos Cámaras. De ellas, dos se refieren al grooming y buscan aumentar las penas para quienes engañen a los niños, a través de las redes sociales, para hacerse de imágenes pornográficas o hasta citas con fines sexuales.

Educas a tus hijos para que no hablen con extraños en las calles, enciendes todas las alertas cuando se les acerca alguien “sospechoso” en un lugar público, pero los dejas estar en la computadora hasta altas horas de la noche y les regalas dispositivos con Internet ilimitado cuando son menores de edad.

Rápido, fácil e irreversible así es el acceso que tienen pederastas, ciberacosadores y abusadores sexuales que son depredadores en línea.

Casi todos los dispositivos móviles Android en la actualidad son susceptibles a hackeos que pueden ejecutar un código malicioso cuando reciben un código “deforme” en forma de mensaje de texto o si el usuario es engañado para que ingrese a un sitio web malicioso.

Se le denomina como la vulnerabilidad “Stagefright” (pánico escénico).

De acuerdo con Joshua Drake, vicepresidente de la compañía de seguridad cibernética Zimperium, la vulnerabilidad afecta a unos 950 millones de teléfonos y tabletas Android alrededor del mundo.