A medio año de la matanza que se registró en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, en el estado de Connecticut, Jeremy Richman y su esposa Jennifer Hensel ya dieron los primeros pasos en su esfuerzo para contribuir a la reducción de la violencia.
No se trata de alguna iniciativa relacionada con la regulación sobre el control de armas en Estados Unidos, sino de recurrir a la ciencia para encontrar indicadores biológicos que predispongan a algunas personas como el joven autor de la masacre en Newtown, Adam Lanza, a cometer estas atrocidades.
Eugenia Rodríguez