Hay menores que invierten el tiempo de ocio en actividades recreativas, culturales y deportivas. Y otros deciden “jugar” a ser secuestradores.
Y se lo toman muy en serio. El perfil de la víctima, por supuesto, debe ser una persona que se muestre vulnerable como es el trágico caso del pequeño Christopher Raymundo Márquez Alvarado, quien falleció en manos de cinco adolescentes.
Márquez Alvarado terminó atado, golpeado, acuchillado y enterrado bajo maleza y los restos de un animal muerto.
Eugenia Rodríguez