Imagina que vives en Florida, en Miami si es posible… es decir, en uno de los paraísos del entretenimiento, sol, arena y mar.
Es jueves por la noche, se acerca el fin de semana, tienes planes y también esperas que los días de descanso te brinden ideas espontáneas de diversión bajo la calidez del sol.
Te vas a la cama, anhelando que llegue el viernes y en cuestión de segundos, sientes que una fuerza sin igual te devora a una velocidad que no logras comprender. En un parpadear, llega una revolución de sentimientos entre ellos miedo, pánico, desesperación e impotencia.