El intento del presidente Barack Obama para poner fin a más de dos años de derramamiento de sangre en Siria y su insistencia en la ayuda de Estados Unidos al conflictivo Egipto han puesto al descubierto profundas divisiones en el Congreso. Allí, los grupos que lo apoyan a regañadientes se ven contrarrestados por una fuerte oposición, tanto demócrata como republicana, a una mayor participación militar y financiera del país.
Indigo Staff