Siria cumplió lo prometido, desde ayer no puede producir más armas químicas, pues terminó de destruir el equipo que utilizaba para ello.

El anuncio de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) se dio al mismo tiempo que intensos combates sacudieron un área del norte de Siria, cercana a uno de los sitios donde están almacenados agentes tóxicos.

La polio ataca de nuevo. El brote que está afectando a niños pequeños surgió en el noreste de Siria, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que existe el riesgo de que se expanda en la región.

En 1988, alrededor de 345 mil casos fueron reportados a nivel global. The Washington Post señaló que tras una campaña de vacunación en 2012, se erradicó la enfermedad en todo el mundo, menos en tres naciones: Nigeria, Pakistán y Afganistán.

Siria entregó a Rusia material que pretende demostrar que un ataque con armas químicas perpetrado el mes pasado fue llevado a cabo por rebeldes, dijo un alto diplomático ruso que se encuentra de visita en Damasco.

El ataque con gas sarín del 21 de agosto en un barrio de Damasco precipitó las actuales tensiones entre el régimen sirio de Bashar al Assad y Estados Unidos, aunque el gobierno ruso de Vladimir Putin medió para que siria entregue esas armas.

Inspectores de la ONU dijeron que existe “evidencia clara y convincente” de que se usaron armas químicas a gran escala en un ataque en Siria el mes pasado que mató a centenares de personas.

“Las muestras ambientales, químicas y médicas que hemos colectado proveen evidencia clara y convincente de que cohetes con el gas nervioso sarín fueron usados en el área de Ghouta de Damasco” el 21 de agosto, dijeron los inspectores de Naciones Unidas en un reporte.

Rusia es uno de los principales proveedores de armas del presidente de Siria, Bashar al Assad.

Con ellas, el Ejército de Al Assad disparó contra rebeldes, manifestantes inocentes y extremistas islámicos que buscan derrocar su régimen dentro de la guerra civil que se vive en ese país.

Sin embargo, los últimos días, el gobierno de Vladimir Putin ha ondeado con fuerza la bandera blanca. Una estrategia necesaria para mantener lejos a Estados Unidos de esta situación.