Uno de los negocios más rentables en México, al que pocos tienen acceso, es el de la “defensa de los intereses” de los trabajadores; los líderes sindicales en México, a base de negociaciones con las estructuras de poder, han podido conformar una clase social y política aparte: viven como reyes y son inamovibles.
Su perpetuidad y enriquecimiento se encuentra amparada en el laxo marco jurídico que no obliga a los sindicatos a la rendición de cuentas. A la fecha, la transparencia es solo un recurso opcional al que pueden acogerse o no las centrales gremiales de todo el país.
J. Jesús Lemus