Mientras los gobernadores de los Estados tienen decenas de aviones a su servicio, la Procuraduría General de la República hace desaparecer la Dirección de Servicios Aéreos. Literalmente, lo que hizo fue cortarle las alas a su combate al narcotráfico y al crimen organizado.
En este momento no hay quien, por parte de la Procuraduría, vigile la entrada de aviones con carga de droga en todo el territorio mexicano.
Los operadores de radares también fueron despedidos.
Armando Estrop