A tres días de que tome protesta Enrique Peña Nieto como presidente de México, miles de elementos de las policías locales, federales y cuerpos de inteligencia monitorean a detalle a grupos de activistas que planean marchas, protestas e incluso impedir que se consume “la imposición”.
El objetivo es evitar “sobresaltos” que entorpezcan el Día D, el próximo primero de diciembre, cuando Enrique Peña Nieto y el PRI retomen el poder desde Los Pinos.
Icela Lagunas