El cese de más de 800 elementos de los cuerpos de seguridad del área conurbada de la capital de Jalisco en los últimos días es sólo una primera fase.
Tan solo en el municipio tapatío las bajas fueron de 137 elementos; en Zapopan fueron 389; Tlajomulco de Zúñiga despidió 182 policías. Tlaquepaque y Tonalá inhabilitaron a 36 y 80 elementos, respectivamente.
En Guadalajara, por lo menos unos 300 permanecen desarmados con la incertidumbre de perder su trabajo y con el riesgo de trabajar, así dice César González, excomandante de esa corporación.
Esteban Contreras