El ideal de Genaro García Luna –exsecretario de Seguridad Pública Federal- sigue intacto en las cárceles federales del país: los intereses de la iniciativa privada son los que rigen el modelo de “readaptación social” de todos los recluidos.
El negocio de la cárcel es cada vez más evidente dentro del sistema penitenciario federal en donde la autoridad carcelaria ha delimitado sus funciones en torno a la custodia de los reos, dejando el suministro de alimentos, bienes y enceres a empresas privadas -vía licitación-para que vendan sus productos.
J. Jesús Lemus