La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos reveló ayer una de sus armas en la guerra contra las drogas: tres robots equipados con cámaras inalámbricas que permiten a los agentes fronterizos navegar de forma remota los túneles y sistemas de drenaje que los traficantes utilizan para contrabandear drogas, armas y personas a través de la frontera.

La agencia utiliza los dispositivos para que los agentes no corran riesgos, pues muchos túneles carecen de una ventilación adecuada, están mal construidos y son propensos a colapsar.

El gobierno de Estados Unidos anunció ayer la inclusión de José Rodrigo Aréchiga Gamboa, lugarteniente de Ismael “El Mayo” Zambada, en su lista de narcotraficantes importantes.

Con esto, el Departamento del Tesoro de EU prohíbe cualquier transacción económica o financiera con el señalado y congela los activos financieros que pudiera tener bajo jurisdicción de este país.

Aunque las preocupaciones por la seguridad de los materiales nucleares generalmente se refieren a Irán, Corea del Norte y Pakistán, un estudio de la Iniciativa de Amenaza Nuclear señala que Estados Unidos tiene sus propias vulnerabilidades.

De acuerdo con la organización, algunos países como EU aún cuentan con material susceptible de usarse para hacer bombas de este tipo.

“Deshacerse de los materiales significa un país menos donde alguien puede robar material para hacer armas”, dijo Page Stoutland, vicepresidente del programa de materiales nucleares del grupo.

El líder de la organización delictiva “Los Caballeros Templarios”, Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, brincó a la fama no solo por encabezar una célula dedicada al narcotráfico, si no ser el primer líder de un cártel en publicar comunicados en video.

Tal fue el impacto, que la cadena de televisión estadounidense Mundo Fox entrevistó formalmente al líder Templario.

Ahí, entre otras cosas, “La Tuta” acepta ser un delincuente, pero con categoría.

Narco en la mira… de los reflectores

No es la primera vez que un operativo de Fuerzas Federales en contra de un capo de la droga falla. Y probablemente no sea la última. 

Pero pareciera que en la región oeste del país, los operativos tienden a quedarse a medias. 

Allanan el lugar en donde supuestamente se encuentra un “objetivo de alto valor”, se enfrentan fuego contra fuego, las autoridades ganan la batalla, decomisan drogas, armas, dinero y automóviles. Sin embargo, detienen a todos menos al más buscado.