Si existe una hormona que dada su naturaleza se puede decir que ha contribuido a simplificar el lenguaje científico es la oxitocina, la cual se produce en una región del cerebro llamada hipotálamo.
Basta con escribir el término “oxitocina” en un buscador de Internet para encontrar las palabras clave que componen su "definición" clásica: “la hormona del amor”.
Durante años la ciencia nos ha demostrado los efectos positivos que esta hormona produce –y que también actúa como neurotransmisor en el cerebro– en nuestra salud física y mental.
Eugenia Rodríguez