Para muchos sería impensable, pero decenas de familias estadounidenses se están mudando a Colorado para poder dar a sus hijos –que sufren epilepsia– un controversial tratamiento con resultados sorprendentes.
Se trata de un aceite de mariguana, que se inyecta bajo la lengua de los pequeños varias veces al día, y reduce de forma drástica el número de incidentes convulsivos.
Como la sustancia es ilegal en muchos estados del país, los padres de niños con casos graves de este mal se ven obligados a trasladarse para utilizar este procedimiento.
Ana Paulina Valencia