El 2014 fue un año complicado. De crisis y de pruebas.
México vivió un último trimestre lleno de incertidumbre. Con malas noticias en la economía, inseguridad y crisis de gobernabilidad en diversas entidades.
El ánimo nacional llegó a diciembre con una sensación de derrota.
Pero el año ya se terminó.
Es cierto, los problemas no se acaban con un cambio en el calendario sin embargo cada enero vuelve la sensación del borrón y cuenta nueva. De los eternos propósitos que prometen cambiar la realidad.
Indigo Staff