Eran las dos de la tarde del sábado y la mitad de la plancha del Zócalo de la Ciudad de México ya lucía repleta de fanáticos ansiosos por ver a Roger Waters a las 8 de la noche. Varios de los miles de asistentes pernoctaron con tal de ver cerca al compositor de temas de Pink Floyd.
El cierre de las arterias viales que comunican directamente a la Plaza de la Constitución entorpecía el paso vehicular, dejando el tránsito libre a los peatones que se aproximaban para alcanzar buen lugar en la plancha pública.
Hidalgo Neira