Las autoridades de Nuevo León acaban de sepultar bajo tierra, ahora sí literalmente, la investigación de los 49 torsos tirados hace dos meses y medio en el municipio de Cadereyta.
La Procuraduría de Justicia del Estado, encabezada por Adrián de la Garza, decidió enviar estos cuerpos a la fosa común en calidad de NN (No Nombre).
Los restos mutilados no estaban depositados en el anfiteatro del Hospital Universitario, sino resguardados desde hace más de un mes en las instalaciones que el Semefo tiene en el municipio de Melchor Ocampo.
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