El mismo grupo de panistas que hace unas semanas le pidieron a su líder nacional, Ricardo Anaya, que no podía ser juez parte -o sea, dirigente y aspirante-, ahora le dicen que antes de que termine el año se tiene que definir. Pero lo que no le dicen en su pálido ultimátum es qué va a pasar si no les hace caso. Y es que hasta el momento sólo le dicen que no y que no, pero nadie le dice qué va a pasar si le sigue igual. ¿Será que Anaya sabe que lo amenazan con el petate del muerto?
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