El pasado 17 de febrero el Banco de México (Banxico) decidió sorprender a los mercados con un alza extraordinaria de 50 puntos base en su tasa de interés de referencia con el objetivo de frenar la depreciación del peso mexicano y evitar que se acelere la inflación en el país.
La estrategia ha dado resultado en el corto plazo, impulsando una apreciación de más de 5 por ciento en el peso. Pero para mantener vigente su defensa de la moneda, Banxico nuevamente tiene que prestar atención a las señales de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense.
Rolando Hinojosa