Hoy no es un buen día para celebrar San Valentín en la escena política mexicana.
Cupido no es un personaje bienvenido en las altas esferas de la partidocracia.
El nivel de despecho es tan alto que no existe comisionado que logre resarcir el daño, restablecer el diálogo.
Hoy los amorosos NO callan.
Al contrario, hablan mal de quien alguna vez fue su incondicional y dejan claro que ya no son aquella “pareja ideal” de la que cantaban Marisela y Marco Antonio Muñiz.
Alejandro Fuentes