Un tono de escepticismo envuelve a la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en relación al papel de cada miembro para recortar la producción, y en la cual se espera la participación de México.

Con los precios de petróleo por arriba de los 50 dólares por barril, y el relativo optimismo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre la reunión de Viena para fijar la política de suministro, la esperanza de que el mercado de crudo se estabilice en el mediano plazo despierta el apetito de las firmas petroleras en el mundo para empezar a gastar en nuevos proyectos de producción y exploración. 

Nuevamente, Irán obstaculizó un acuerdo para recortar la producción petrolera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Tras el segundo día de la reunión informal del cártel de precios, que termina hoy, el ministro de Energía iraní, Bijan Zanganeh declaró: “No es el momento de tomar decisiones. Trataremos de alcanzar un acuerdo en noviembre.”

En febrero, el cambio en la dirección general de Pemex dejó en evidencia que la firma petrolera mexicana se encontraba en su peor momento en la historia. La crisis orilló al gobierno federal a ofrecer un apoyo de casi 250 mil millones de pesos para mejorar el deteriorado balance financiero de la firma.

Un halo de incertidumbre rodea a la reunión informal de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que se llevará a cabo la siguiente semana en Argelia.

El resultado del encuentro definirá en gran medida el futuro de un cártel de precios cuya influencia en el mercado se ha puesto en tela de juicio.