Lejos de mejorar, las cosas empeoran en la NFL tras las malas actuaciones de los oficiales suplentes. Y quienes parecen estar hartos de las fallas son los coaches.
La semana tres del futbol americano profesional simplemente confirmó lo que jugadores y entrenadores venían diciendo acerca del trabajo de los árbitros de reemplazo. Sus fallas ya no son solamente equivocaciones pasajeras, sino que cuestan yardas, puntos y partidos.
Uno de los coaches que ya no aguantó más las malas decisiones de los oficiales fue el máximo responsable de los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Indigo Staff