El exgobernador priista Natividad González Parás tendrá que enfrentar el escándalo por el “Natileak” desde el aislamiento político en el que se encuentra, desde la llegada a Los Pinos del presidente Enrique Peña Nieto.
Las posibles consecuencias legales por revelar secretos a los Estados Unidos, o por no aportar información en la investigación del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, son las que menos deberían de preocuparle a González Parás.
Las repercusiones políticas son las que seguramente afectarán la carrera de este polémico exmandatario tricolor de Nuevo León.
César CepedaEl exgobernador Natividad González Parás se convirtió en un confidente confiable y recurrente para las autoridades de Estados Unidos.
No sólo en 1995, González Parás reveló a Washington que estaba convencido que Raúl Salinas de Gortari había ordenado el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu.
Esto, de acuerdo a los cables diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en México, que hace tres meses fueron desclasificados por el Departamento de Estado.
César CepedaNatividad González Parás no sospechaba que Raúl Salinas, hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari, hubiera ordenado en 1994 el asesinato del líder priista José Francisco Ruiz Massieu.
El exgobernador de Nuevo León no lo sospechaba -no porque no podía creerlo- sino todo lo contrario: estaba convencido de la autoría intelectual de Raúl Salinas en este magnicidio.
¿Colaboró Nati en la investigación de este crimen?...
No, de ninguna manera.
César Cepeda