Está por comenzar el juicio en el que los cantantes Robin Thicke y Pharrell Williams se defenderán de las acusaciones de plagio que la familia del fallecido cantante Marvin Gaye hacen de su popular canción del verano de 2013, “Blurred lines”.
Los hijos de Gaye aseguran que ciertos “elementos de ‘Blurred Lines’” son demasiado similares a elementos originales y protegidos del éxito de su padre lanzado en 1977, “Got to give up”, por lo que Thicke y Williams enfrentan un caso de violación de derechos de autor.
Eugenia Rodríguez