La imagen del momento en el que una pelota impactó la cabeza de J.A Happ, lanzador de los Azulejos de Toronto y que lo obligó a salir del partido ante los Orioles en mayo del año pasado, aún se recuerda con tristeza por los aficionados al béisbol. 

Para evitar que esos momentos se repitan o al menos se disminuyan los daños que pueda causar el impacto de la pelota con la cabeza de los pítchers, las Grandes Ligas dieron luz verde a una nueva herramienta de protección para los lanzadores. 

Se trata del quinto juego, del decisivo. Ganas y avanzas, pierdes y te va a casa. Así de fácil y sencillo. Después de 162 partidos en temporada regular más cuatro de playoffs, los Cardenales de San Luis y los Piratas de Pittsburgh se juegan todo a partir de las 19:07 horas en el Bush Stadium, casa de las Cardenales.

Esta serie, al igual como lo fue la de la temporada regular, no ha podido estar más pareja. En 23 encuentros contando estos últimos de postemporada, Pittsburgh ha ganado 12 y San Luis 11, ambos equipos promedian poco más de cuatro carreras por partido.

Esta vez el buen pitcheo de Aníbal Sánchez fue superado por el poderío ofensivo de los Atléticos, quienes en base a una serie de jonrones, se quedaron con el tercer partido de la serie y están a solo un triunfo de poder avanzar a la final de la Liga Americana.

Brandon Moss, Josh Reddick y Seth Smith mandaron la pelota fuera del cuadro para darle el triunfo 6-3 a Oakland y poner la serie 2-1 en su favor.

Cuando eres líder de tu división con nueve juegos de ventaja y con solamente 10 por jugar en temporada regular, es claro que eres mucho mejor equipo sobre ese segundo lugar que te sigue.

Tal es el ejemplo de los Medias Rojos de Boston y los Tampa Bay Rays, que se están enfrentando en esta Serie Divisional de la Liga Americana.  Ir abajo 2-0 ante Boston en una serie a 3 de 5 juegos, pone muy complicado el poder regresar a la pelea. 

Puede ser la nueva rivalidad de la división este de la Liga Americana, nunca será lo que es Yankees vs Reds Sox, pero lo que sí tienen estos dos equipos en común es odio deportivo, ya que en la última década han tenido varios percances.

Al ser rivales de división, Boston y Tampa Bay se enfrentaron en 19 ocasiones en la temporada regular, donde el equipo de Massachusetts ganó 12 y el equipo de la Florida 7.