Miles de refugiados llegaron a Austria y Alemania al completar largas travesías en bote, autobús, tren y a pie para huir de la guerra y la pobreza en sus países de origen.
Durante la madrugada bajaron de una flota de autobuses húngaros en la frontera austríaca, donde fueron recibidos amablemente por voluntarios que les ofrecieron camas y té caliente. Unas horas después de recibir primeros auxilios, muchos continuaron su viaje hacia Viena o a Munich, en el sur de Alemania.
Indigo Staff