Más que una carga para la economía de Estados Unidos, los migrantes mexicanos han sido el motor de su desarrollo. No solo han satisfecho la demanda de empleo en ciertos puestos de trabajo, sino que, además, son pieza clave para la tributación.
Hay más de 11 millones de migrantes mexicanos de primera generación residiendo en Estados Unidos, lo que representa cerca del 4 por ciento de la población total de ese país. Si se suman los de segunda y tercera generación, la proporción se eleva al 10 por ciento y contribuyen a estimular el crecimiento.
Georgina Howard