En medio del debate nacional sobre si la matanza de la madrugada del 6 de enero pasado en Apatzingán fue una ejecución extra judicial o el resultado de un enfrentamiento entre autodefensas y fuerzas federales, las familias de los que perdieron la vida, y de otros que se manifestaban en esa ocasión en el palacio municipal, viven otro drama, el del desplazamiento.
J. Jesús Lemus