La comida tiene un poder evocador en nuestra mente, ya que afecta nuestros cinco sentidos.
Si comemos con conciencia, nuestra mente se encarga de almacenar esos recuerdos y estos están relacionados muchas veces con momentos de felicidad.
Sobre todo durante nuestra niñez, cuando aún no teníamos las responsabilidades que conlleva la vida adulta.
Hace un tiempo fui invitada a casa de unos amigos y el anfitrión hizo una pasta rellena.
Karina Barbieri