Adaptarse o morir, ese parece ser el lema que aplican cada vez más sectores e industrias debido a que son azotados por el calentamiento global. Y la pesca de bacalao en Canadá no es la excepción.
En Saint John's, capital de la isla ártica de Newfoundland, ya no pescan y en lugar de redes utilizan máquinas para romper el hielo, el cual es llevado a barcos de destiladoras de vodka.
María Alesandra Pámanes