Hace muchas navidades, aún en la recesión del 2009, no se sentía la economía tan seca, tan fría, tan detenida.
Las ferias del pino y la nochebuena. Los centros comerciales, tiendas, restaurantes y supermercados coinciden en responder a la pregunta ¿y que tal las ventas? No hay.
Es la queja del puestero, del pequeño comerciante y del grande también. El consumo interno ha caído, y aunque las cifras aun no son publicadas por el INEGI, las carteras ya sienten lo que las estadísticas revelarán en un par de meses.
Marcela Garza Aguirre