Pretendimos llegar a la ‘Alegría’, pero al final no hubo mucho qué celebrar. La jornada de ayer para México en los Juegos Olímpicos tuvo sinsabores, luego de que se perdieran esperanzas de medalla y solo se tuviera que celebrara por un par de clasificaciones.

Si bien la Delegación Mexicana venía de una racha de buenas noticias, ayer no fue precisamente el día más fuerte para nuestro país porque la taekwondoín Jannet Alegría se quedó a un punto de la medalla de bronce en -49 kilogramos, quedándose en el camino la que pudo ser la sexta presea en Londres 2012.

Mariana Avitia, la arquera nicolaíta que se bañó de gloria en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, está de regreso a sus clases con muchas ganas de seguir sus estudios de Ciencias de la Comunicación.

En entrevista con Reporte Índigo, la medallista comentó estar muy entusiasmada por regresar a las aulas donde cursará el tercer semestre de Periodismo, y por fin dejar de lado las clases en línea.

El buen trabajo que venía realizando quedó atrás luego de fallar en sus últimos dos saltos y permitir que el ruso Ilya Zakharov y los chinos Kai Qin y Chong He, se llevaran oro, plata y bronce respectivamente.

Castillo era una esperanza más de medalla para nuestro país tras su buen trabajo  en la semifinal.

La Selección Mexicana de futbol dio una lección de vida: cuando se quiere, hay que hacer más que solo soñarlo. Con un histórico triunfo de 3-1 sobre Japón, el Tricolor olímpico logró por vez primera instalarse en una Final de Juegos Olímpicos donde enfrentará al imponente Brasil.

En la emblemática cancha del Estadio de Wembley, que ha visto pasar a tantas figuras del balompié mundial, México despachó a los nipones con garra y autoridad, y también disputará la ansiada medalla de oro que ya se sueña.

En medio del júbilo del triunfo de nuestra Selección, en un partido que con mucha autoridad supera a los japoneses tan ilusionados como nosotros para alcanzar su primera final olímpica en toda su historia, va mucho más allá y repercute de ida y vuelta hasta la luna y de regreso, de ese tamaño dimensiono la victoria del equipo mexicano por muchos aspectos: en primer lugar…

Se acaban los nuncas