>> Su nombre es Joanne Rowling, pero firma bajo el pseudónimo J.K. Rowling porque la editorial Bloomsbury le recomendó cambiar su nombre al publicar su primera novela, ya que el mercado al que iba dirigido –jóvenes– podría haber rechazado a una mujer autora. La K es en honor a su abuela paterna Kathleen.

>>  Su adolescencia no fue fácil. Su madre fue diagnosticada con esclerosis múltiple y no tenía una buena relación con su padre. Sin embargo, desde niña tuvo a un compañero inigualable: las letras.

La búsqueda del sentido, eso que se vuelve una constante en el ser humano a lo largo de la historia, es parte vital para todo aquel que se detiene un momento a preguntarse de su existencia.

Y para Gisela Leal, quien nació en Cadereyta Jiménez, Nuevo León, es imperativo el causar un empuje a sus lectores a cuestionarse a sí mismos, ella escribe para esos comedores de libros audaces.

Ernest Hemingway, es conocido por su pericia con las letras. Además de ser un brillante escritor de obras como Adiós a las armas y El viejo y el mar, Hemingway fue periodista de guerra. El autor vivió para escribir, beber y amar a los gatos.

De bigotes amarillos –de tanto fumar cigarrillos cubanos Popular– y Coca-Cola en mano, vistiendo una playera negra con el lema de la Brigada Cultural “Para leer en libertad”, Paco Ignacio Taibo II se queja de su espalda achacando el dolor a sus años de “tundeteclas” y comparándolo con que cada oficio otorga estos problemas en el cuerpo con el paso del tiempo.