Llegó la hora de que Marcelo Ebrard Casaubón rinda cuentas de las múltiples irregularidades de la Línea 12 que motivaron, en un acto sin precedentes, la suspensión del servicio.
En esta historia en la que todos buscan salir exculpados existen dos empresas internacionales TUV y ILF que por un lado avalaron desde 2012 la puesta en marcha de la Línea Dorada, y que un año después emitieron el dictamen demoledor que obligó al cierre de estaciones.
Icela Lagunas