En medio del caos, el escándalo de Línea 12 retomó fuerza. CAF se defendió y sostuvo que sus trenes son compatibles con las vías de la Línea Dorada.
Ante el riesgo de perder el contrato millonario por la renta de una flota de 30 trenes, la empresa española se dijo dispuesta a someterse a una controversia y exigió al GDF un diagnóstico imparcial.
La consultora Systra concluyó que el origen del problema no parecía ser un defecto de los materiales.
Icela Lagunas