Cuando Oribe Peralta abrió su corazón y reveló su amor eterno por el Santos Laguna, hubo recelo entre los aficionados americanistas.

Pero tras la polémica, lo que queda es apegarse a la realidad y eso es lo que necesita el delantero mexicano este sábado cuando enfrente a su exequipo en la cancha del estadio Azteca.

Porque América, que camina en quinto lugar de la tabla general con siete puntos sumados, se le tiene que enamorar con goles, con triunfos que le permita encabezar la Liga MX.

La cuarta jornada del Clausura 2016 fue el momento para ver caer dos invictos que lucían imponentes: León y Monterrey, este último en manos del Pachuca, un equipo que comienza a lucir como uno de los poderosos del torneo.

Con 10 puntos sumados, producto de tres victorias y un empate, los Tuzos presumen de ser los nuevos líderes de la competencia y perfilarse dentro del grupo de los equipos difíciles para el resto de la campaña.

Lo espectacular que puede ser Tigres frente a un invicto como León, no puede ofrecer otra cosa que un expectante partido, sin duda el juego de la semana.

Este sábado en la cancha del estadio Universitario se disputará uno de los encuentros más explosivos de la Liga MX, cuando ambas fieras se vean las caras dentro de la Jornada 4 del Clausura 2016.

Y más si se trata de los Panzas Verdes, que tienen tres juegos ganados al hilo en este inicio de temporada, contra los universitarios que ya tendrán de regreso a la estrella André Pierre Gignac y a su refuerzo Lucas Zelarayán.

Lo que parecía un golpe común de la mandíbula, terminó en doble fractura y posterior cirugía para el defensa Hugo Ayala.

El zaguero de Tigres y también seleccionado nacional de México fue operado este lunes luego de reportarse con dos fisuras en su mandíbula producto del golpe accidental con la rodilla de Carlos “Gullit” Peña en el partido contra Chivas el domingo en el Omnilife.

“Hugo Ayala sufre doble fractura mandibular, por lo que será operado este mediodía”, dio a conocer el club felino mediante un comunicado la tarde de ayer.

A veces gustar y golear no alcanza para ganar, como le pasó ayer a Chivas y Tigres en Guadalajara, quienes ofrecieron un buen cierre de jornada al empatar 2-2 en la cancha del estadio Omnilife.

El Rebaño Sagrado todavía sigue sin conocer la victoria en el inicio del Clausura 2016, le ha atacado el virus del “empatitis” agudo tras sumar su tercera igualada en un juego que incluso pudo haber sido una derrota.

Porque aunque Tigres ya se saboreaba la remontada con sabor a tres puntos, fueron los rojiblancos los que no bajaron los brazos para arrebatarles un punto de la bolsa.