Ser gorda es casi un karma. Hay personas que luchan siempre por revertirlo. Este tema, la lucha responsable, o irresponsable a veces, por llegar a tener la talla deseada, inspiró la historia de “El vestido de Salma”, de Rosa María Villarreal.
Sin que sea necesario exhibir talla, medidas, proporciones o cantidad de grasa acumulada, “Fede”, el personaje que no cabe en el vestido que decidió llevar a la próxima celebración familiar, acude a todo tipo de opciones médicas, no tan médicas y en un extremo, peligrosas, para lograr su propósito al extremo que parece proyecto de vida.
Norma Garza