Todo pasó en un segundo. Ella le encajó el cuchillo en medio del forcejeo. Ni siquiera lo pensó, fue una decisión de vida o muerte: era su vida o la de él.
Él la violó. La embistió al menos 10 veces. Ella, de 15 años, peleó todo el tiempo por detenerlo, pero su cuerpo adolescente poco pudo hacer contra aquella humanidad masculina de 30 años de edad que, además, la amagaba con un cuchillo.
Imelda García