Desde que México ha hecho caso de las calificaciones, recetas y recomendaciones de los organismos financieros, económicos y desarrollo mundiales, ha caído en un marasmo del que aún no se levanta.
Es solo “el canto de las sirenas” que en nada ha contribuido a mejorar la situación económica, financiera y social de México, asegura a Reporte Indigo Gabriel Reyes Orona.
“Debemos alejarnos de ese espejismo”, sostiene, “porque esos organismos solo viven de poner etiquetas de estabilidad o descrédito a sus países miembros”.
Georgina Howard