La orfandad política del excandidato del PRI a la Alcaldía regia, Felipe Enríquez, llegó a su fin.
El presidente Enrique Peña Nieto, compadre de Enríquez, lo está rescatando de su exilio político, pero lo está proponiendo para otro destierro: la Embajada de México en Uruguay.
La propuesta de Enríquez llegó ayer a la Comisión Permanente del Senado y se espera que el próximo martes el priista comparezca ante los integrantes de la Segunda Comisión, que preside el senador del PRD, Armando Ríos Piter.
César Cepeda