La Corte Suprema de Estados Unidos derogó ayer una regulación texana impuesta a las clínicas que proveen abortos.
Se trata del caso de interrupción del embarazo más importante que llega al alto tribunal en casi un cuarto de siglo.
Los jueces votaron por 5-3 a favor del argumento de las clínicas, de que las reglamentaciones constituían un intento apenas disimulado de dificultar el acceso de las mujeres al aborto en el segundo estado más poblado de la Unión.