El rey de España, Felipe VI, firmó ayer un decreto que disuelve el Parlamento y convoca elecciones para el 26 de junio, después de que los diputados elegidos en unos comicios inconcluyentes en diciembre no lograsen ponerse de acuerdo para elegir a un nuevo Presidente del gobierno.
El jefe del Estado firmó el decreto ante el presidente del Parlamento, Patxi López, después de que venciera el plazo límite del 2 de mayo para investir a un nuevo gobierno. España nunca había tenido que repetir las elecciones.